De cómo la Covid 19 nos ha convencido para implementar AGILE en las organizaciones.
- Isabel Aller
- 25 may 2020
- 2 Min. de lectura
Yo ya era una convencida antes de la Covid 19 y pensaba que esto del Agile no es una moda; es una manera de trabajar muy útil y muy ventajosa con respecto a la forma tradicional. En un entorno que ya era VUCA con anterioridad (volátil, incierto, complejo y ambiguo), el Agile se me presentaba como el marco de trabajo más adecuado para seguir adelante y tener éxito.
Por supuesto que éramos ya muchos los que compartíamos este pensamiento, pero en ocasiones, ante determinados colectivos o clientes escépticos, al presentar esta parte de mi trabajo, a continuación tenía que argumentar, buscar ejemplos de situaciones que se podían dar que evidenciasen la necesidad de su implementación.
Ahora que, lamentablemente, estamos viviendo los peores augurios que el mundo VUCA podía imaginar, me he dado cuenta de que la necesidad de Agile se explica por si sola. Todo esto que está ocurriendo se ha convertido sin yo quererlo en un argumento de peso que convence a cualquiera de las bondades de Agile.
Y es que el Agile se caracteriza por:
- Responder muy rápido al cambio.- si algo ha demostrado esta crisis es que las organizaciones necesitan grandes dosis de adaptabilidad y flexibilidad. Por mucho que realicemos previsiones, el mundo puede cambiar de repente y una organización debe estar preparada para facilitar una respuesta lo más veloz y adecuadamente posible a las nuevas circunstancias.
- Preocupación por las personas .-que coincide con el resurgir de profunda humanidad que esta crisis nos ha conferido. Se ha producido una vuelta a lo esencial, a la genuinidad del ser humano, consecuencia de los tiempos vulnerables y convulsos que estamos viviendo. Además, y como contrapartida al ensalzamiento de la digitalización y que el mundo se nos haya revelado como tan tecnológico , me parece que es el momento en el que a las personas les toca ser lo que su esencia determina: toca ser más ser humano que nunca.
- Relaciones basadas en la confianza y el compromiso y no el control .-desde luego, si vamos a continuar en modo teletrabajo, de manera total o parcial, esta manera de trabajar a distancia no puede llevarse a cabo de otra manera. Ha llegado el momento de trabajar para conseguir retos, de una manera implicada, dejando al lado el calentamiento de sillas, el hacer horas por hacer y el controlar al equipo porque no nos fiamos.
- Retroalimentación constante entre los miembros del equipo y también con los clientes.- Las necesidades de los clientes pueden cambiar de un momento a otro ya que, como hemos visto, el mundo también cambia. Integrar al cliente en el proceso de creación puede disminuir los costes puesto que aquello que se entrega está en sintonía con lo que él demanda. Nos centramos en la obtención /creación de un producto más que en los procesos y las burocracias.
Por todo esto insistimos en que llevar el Agile a la organización no es una moda, es una necesidad para responder adecuadamente a este mundo que YA es una realidad.
Si quieres que te ayudemos en esta implementación, no tienes más que contactar con LLesterday Coaching y Formación. Creemos profundamente en lo que hacemos y en este momento, lo que hacemos puede ser de gran utilidad para las organizaciones.

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